Son tuyos mis ojos aliento y sed, son tuyos mi piel sudor y sangre, son míos tu mirada voluntad y deseo, son míos tu carne empeño y estirpe. No hay mayor veneno que el olvido, ni hay mayor poder que la voz, la verdad camina sola tejiendo la libertad, no hay una auténtica libertad sin la flama del Amor. Amor espíritu encarnado hoguera del renacimiento a las vidas sacralizadas en tierras... que no son yermas.
SI ES BUENO VIVIR, TODAVÍA ES MEJOR SOÑAR Y MEJOR DE TODO DESPERTAR