S acó las llaves del bolsillo para abrir el portal después de un duro día de trabajo, subió pausadamente los trece escalones hasta el primer piso, en ese preciso momento recordó que tenía que haber mirado el buzón, ya que esperaba una importante notificación. Bajo rápidamente y abrió el buzón, allí estaba y empezó a leer... Sus ojos se empañaron de lagrimas y las manos empezaron a temblar, cayó la carta al suelo, en la que se podía leer lo siguiente: Ha vivido usted 12045 días. Ha consumido todo su tiempo.
SI ES BUENO VIVIR, TODAVÍA ES MEJOR SOÑAR Y MEJOR DE TODO DESPERTAR