Ir al contenido principal

Traductor

¿DÓNDE ESTÁ EL DÉCIMO HOMBRE?


Eran diez amigos. Todos ellos eran muy ignorantes. Decidieron ponerse de acuerdo para hacer una excursión.

Querían divertirse un poco y pasar un buen día en el campo. Prepararon algunos alimentos, se reunieron a la salida del pueblo al amanecer y emprendieron la excursión. Iban caminando alegremente por los campos charlando sin cesar entre grandes carcajadas. Llegaron frente a un río y, para cruzarlo, cogieron una barcaza que había atada a un árbol. Se sentían muy contentos, bromeando y chapoteando en las aguas. Llegaron a la orilla opuesta y descendieron de la barcaza.

¡Estaba siendo un día estupendo! Ya en tierra, se contaron y descubrieron que solamente eran nueve. Pero, ¿dónde estaba el décimo de ellos? Empezaron a buscar al décimo hombre. No lo encontraban. Comenzaron a preocuparse y a lamentar su pérdida. ¿Se habrá ahogado? ¿Qué habrá sido de él? Trataron de serenarse y volvieron a contarse. Sólo contaban nueve. La situación era angustiosa. Uno de ellos se había extraviado definitivamente.

Comenzaron a gimotear y a quejarse.

Entonces pasó por allí un vagabundo.

Vio a los hombres que otra vez se estaban contando. El vagabundo descubrió enseguida lo que estaba pasando.

Resulta que cada hombre olvidaba contarse a sí mismo. Entonces les fue propinando una bofetada a cada uno de ellos y les instó a que se contaran de nuevo. Fue en ese instante cuando contaron diez y se sintieron muy satisfechos y alegres.

FIN

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Haiku IV

A los almedros, solos en calles vacias. Nadie contempla

El trotamundo

 Meee estoy danndooo cucuenta en éste viaje por los cacacaminos secuundarios qué escribirte supopone uuun desastre los bacheeees, cuuuurvas y pendientes soooon incompatible cooooon miii buen haaaceer.

             Perfumada de ambrosía                 y de tacto terciopelo                 lacada de blanco nácar             el sueño del jardinero.

A mi Betty

  Corre, corre, corre en la hierba fresca. Salta, salta, salta a mis brazos. Duerme, duerme, duerme entre mis brazos. Sueña, sueña... mi pequeña princesa.

Sombras

  En la espalda llevo el mal cabalga sobre mis perjuicios en una esquina miro y jucio y con en las manos sostengo  el látigo de mis lamentos. ¡Qué es mí mal! Si no desidia y olvido. ¡Y tú mal! Sombras de lo divino.

Estás a mi lado

Aún en las soledades del alma  o en los desiertos nublados siempre... Estás a mí lado. Sombras eres de mí espíritu  carne de mi carne El aliento qué me respiras  y el candil de mi camino. ¡No! ¡No! ¡No! No hay soledad  estando contigo.

Cuerpo y alma

 Dónde encontraré tú alma  sí te fuiste a otro cuerpo. Dónde estará tú cuerpo Cuerpo del alma mía Qué da vida a tú cuerpo  Alma que no es la mía. Sabemos que somos almas y de ropage los cuerpos Dónde estará tu cuerpo cuerpo de alma mía  que da vida tu cuerpo alma que no es la mía.

Haiku I

Haikus Escupo verdad tierra contra cal viva rojo asfalto. ... del corazón fue la busqueda sin razón en todo sueño. El humo negro, huevos de mil serpientes son tus palabras. Jesus me dijo: niño mira el cielo veras mi rostro. Dos palabras lleno el inframundo mi yo contigo.   

Historias en dos líneas

LA SENTENCIA El Alcalde de San Jenaro gritando a las cuatro esquinas de la plaza Mayor. - ¡Soy Inocente! ¡Soy Inocente! Llevándose su mano al pecho.

Ése amor

Donde los cuerpos se difuminan donde las palabras                                <<ya sobran>> donde la inmensidad se funde y la oscuridad ilumina, donde los días revientan                             <<la eternidad>> y el no-tiempo reposa. Donde las almas florecen      donde no hay verdades ni mentiras, donde no hay como ni cuando donde no hay amor                             <<con juramento>>         Así es ese amor .