Ir al contenido principal

Traductor

UN DUENDECILLO EN CASA

 

MICRO-RELATO DE BOLSILLO


 

Nos hemos decidido por fin después de tantos años a salir de la casa, que heredamos de los abuelos. 

¡ No aguantamos más ! 

Las fechorias,  trastadas,  ruidos,  golpes, sustos y el constante mal humor de Rasputín, el Duende que nuestros queridos abuelos nos dejaron con la casa.

Al amanecer y sin hacer ruido, cogimos lo mas esencial y salimos muy despacio hacia la calle, para alejarnos lo más lejos posible de aquel lugar.

Habríamos andado como cincuenta pasos, cuando a lo lejos una pequeña figura que sostenía algo entre sus manos y gritaba;

¡Ya voy!

¡Ya voy ! 

¡Ya voy !

¡ Familia que os Olvidáis el Cebrerete* de las ollas !

 

*Estructura de hierro para poner las ollas en el fuego.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nana de la cebolla

A lágrima viva, caen por mis mejillas, son lagrimas saladas, saladas como la mar. No son de penas, ni de tristezas amargas, son lagrimas saladas, saladas como la mar. Tampoco son de alegrías, ni de fiesta de guardar, son lágrimas saladas, saladas como la mar. Solo tengo una certeza, no se sabe llorar si no partiste cebolla y no lloraste de más, las lagrimas son saladas, y no las hizo la mar.    

UN MUNDO AL REVES

Cuerpo y alma

 Dónde encontraré tú alma  sí te fuiste a otro cuerpo. Dónde estará tú cuerpo Cuerpo del alma mía Qué da vida a tú cuerpo  Alma que no es la mía. Sabemos que somos almas y de ropage los cuerpos Dónde estará tu cuerpo cuerpo de alma mía  que da vida tu cuerpo alma que no es la mía.

Agua de rio

Agua de rio, agua y piedra y brisa fresca. Acariciaba los cuerpos en la ribera del rio. Agua pura.  Qué febril la mirada del deseo. Agua y piedra, como ser... el agua, la piedra y rio. 

A mi Betty

  Corre, corre, corre en la hierba fresca. Salta, salta, salta a mis brazos. Duerme, duerme, duerme entre mis brazos. Sueña, sueña... mi pequeña princesa.

Cuéntame

Nunca guardo ni ahorro, hablo en alto mis silencios, bebo de ríos y arroyos y en charcos sucios los baños. Camino de espalda y a veces a saltos, de cabeza en cabeza sobre sacerdotes y santos. Los zapatos los malgasto por andar cabeza abajo, mirando el firmamento arriba y el infierno hacia abajo. No esperó que lo comprendan ni que hagan penitencia, las palabras se las lleva el viento, como el cuento de María Sarmiento.  

Haiku

Hordas de gente y el otoño hierve España clama .

No preguntes

No te sientas aflijida por un amor perdido, no preguntes... Sí te amó y cuantos de los latidos del corazón fueron convertidos en palabras, en palabras de melancólica canción.   Salta de nuevo al vació, desabrochando los botones uno a uno... de ilusiones y esperanzas, de nuevas esperanzas.   No preguntes, no me preguntes... Quién té volverá amar. No te sientas aflijida vuelve abrir los portales al viento... ¡Al viento! ¡Al Amor!  

             Perfumada de ambrosía                 y de tacto terciopelo                 lacada de blanco nácar             el sueño del jardinero.