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EL VIAJERO

Le quedaba poca gasolina y con mucha hambre después de tantas horas al volante, decidió parar en un pequeño pueblo a descansar y retomar fuerzas para continuar su viaje.

Aparco el vehículo y fue dando un paseo hasta la plaza del pueblo, con asombro pudo observar que los lugareños con los que se cruzaba debían tener algún tipo de defecto, sus cabezas estaban volteadas hacia los hombros.

Por curiosidad pregunto a un anciano que leía el periodico junto al abrevadero.

El anciano amablemente apresto a contarle la historia. Hace muchísimo tiempo un pobre mendigo paso por el pueblo pidiendo un poco de agua para saciar su sed y algo de comida, pues llevaba días sin probar bocado, pero ninguno de los aldeanos le dio nada, más le miraron con desprecio, el mendigo enfurecido con aquella gente los maldice y esta fue su maldición.

A todos los descendientes de este pueblo, nunca podrán mirarse los unos a los otros a los ojos. Desde entonces a los del pueblo nos llaman los "Envarados".

 

*Envarados: Estirado, arrogante y orgulloso:

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