Ir al contenido principal

Traductor

LA HERENCIA

Estoy sentado en el diván de un soberbio despacho del renombrado bufete Montalban&Cia, han pasado los veinte años dictado en testamento de mi difunto padre, veinte años se dice pronto pero la espera valdría la pena, y saber que heredaría una gran fortuna.

La sola idea de este día me daba las fuerzas para superar los muchísimos altibajos y tropiezos que tuve que lidiar, pero recordaba que todo lo penado tendría su fin, la paciencia se hizo un mantra para esos momentos tan desoladores.

Con voz grave el Albacea empezó a leer el testamento.

- A mi querido hijo Alvaro, has tenido que esperar por veinte años para saber la cuantía, el bien más preciado, la herencia familiar, pero hijo mío debes saber que todos estos años has estado dando uso de ella, el mismo legado que me ofreció mi padre, "La Esperanza"

- La Esperanza es la que me hizo seguir respirando aun cuando la presión de la vida me estuviera asfixiando.

                                                              FIN

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nana de la cebolla

A lágrima viva, caen por mis mejillas, son lagrimas saladas, saladas como la mar. No son de penas, ni de tristezas amargas, son lagrimas saladas, saladas como la mar. Tampoco son de alegrías, ni de fiesta de guardar, son lágrimas saladas, saladas como la mar. Solo tengo una certeza, no se sabe llorar si no partiste cebolla y no lloraste de más, las lagrimas son saladas, y no las hizo la mar.    

UN MUNDO AL REVES

Cuerpo y alma

 Dónde encontraré tú alma  sí te fuiste a otro cuerpo. Dónde estará tú cuerpo Cuerpo del alma mía Qué da vida a tú cuerpo  Alma que no es la mía. Sabemos que somos almas y de ropage los cuerpos Dónde estará tu cuerpo cuerpo de alma mía  que da vida tu cuerpo alma que no es la mía.

A mi Betty

  Corre, corre, corre en la hierba fresca. Salta, salta, salta a mis brazos. Duerme, duerme, duerme entre mis brazos. Sueña, sueña... mi pequeña princesa.

Agua de rio

Agua de rio, agua y piedra y brisa fresca. Acariciaba los cuerpos en la ribera del rio. Agua pura.  Qué febril la mirada del deseo. Agua y piedra, como ser... el agua, la piedra y rio. 

Cuéntame

Nunca guardo ni ahorro, hablo en alto mis silencios, bebo de ríos y arroyos y en charcos sucios los baños. Camino de espalda y a veces a saltos, de cabeza en cabeza sobre sacerdotes y santos. Los zapatos los malgasto por andar cabeza abajo, mirando el firmamento arriba y el infierno hacia abajo. No esperó que lo comprendan ni que hagan penitencia, las palabras se las lleva el viento, como el cuento de María Sarmiento.  

Haiku

Hordas de gente y el otoño hierve España clama .

No preguntes

No te sientas aflijida por un amor perdido, no preguntes... Sí te amó y cuantos de los latidos del corazón fueron convertidos en palabras, en palabras de melancólica canción.   Salta de nuevo al vació, desabrochando los botones uno a uno... de ilusiones y esperanzas, de nuevas esperanzas.   No preguntes, no me preguntes... Quién té volverá amar. No te sientas aflijida vuelve abrir los portales al viento... ¡Al viento! ¡Al Amor!  

             Perfumada de ambrosía                 y de tacto terciopelo                 lacada de blanco nácar             el sueño del jardinero.